Hemos celebrado el día de ayer un aniversario más de la fundación de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz y de la sección de mujeres del Opus Dei. Gracias a la fidelidad de San Josemaría, la Iglesia se vio enriquecida y lanzada a la mejora de un mundo que sigue necesitando de Dios, aunque lo ignore. Mucho le debemos los sacerdotes a San Josemaría, su ejemplo, su espiritualidad, su intercesión, etc.
¡A Dios sea, toda la Gloria!
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