Tengamos siempre en nuestras casas la Santa Cruz. Un crucifijo que nos recuerde lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos. Y ojala besemos de vez en cuando sus manos y sus pies. Así lo hacían siempre los santos. No nos acostemos jamas, ni nos levantemos ningún día sin hacer la señal de la Cruz, bien hecha, despacio, desde la frente hasta el pecho y del hombro izquierdo hasta el derecho, y pronunciando los tres Santísimos nombres del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Esto trae bendición y muchos favores celestiales, y aleja al demonio y libra de muchos males y peligros. Felicitamos a la comunidad de Santa Cruz Balanya, que celebra su fiesta Patronal. Saludos al P. Alfredo Chavajay.
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