Hoy resuenan en nuestro corazón las palabras del Evangelista San Lucas: "Se levantó María y se fue presurosa a la región montañosa". (Lc. 1,39) Se fue presurosa llevando a Jesucristo en procesión. En la narración evangélica, la visitación sigue inmediatamente a la anunciación: La Virgen Santísima, que lleva en su seno al Hijo concebido por obra del Espíritu Santo, irradia en torno así gracia y gozo espiritual. Que esta fiesta de la Visitación nos sirva a todos como preparación para la fiesta del Corpus Christi, esperando que ese gran día Jesús Sacramentado irradie mucha gracia y mucho gozo.
domingo, 30 de mayo de 2010
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