En Acatenango vivramos hoy al unísono con toda la Iglesia encomendando a todos los enfermos y ancianos. celebramos una eucaristía con una gran participación de ancianos y algunos enfermos muchos de los cuales accedieron también a la recepción del sacramento de la Unción. ¡Qué alegria el saber llevar la cruz de la enfermedad o la vejéz en compania de Jesús! No están solos. Dios está a su lado y nosotros también. NUESTRA SEÑORA DE LOURDES, RUEGA POR ELLOS, RUEGA POR TODOS NOSOTROS. AMEN
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