Hoy hemos iniciado los diez dias de preparación para la solemnidad de Pentecostés con el descenario al Espiritu Santo, artífice de la santidad en nuestras almas. Que el trato contínuo con el divino consolador nos ayude a emprender la vida interior y una vez emprendida no dejarla jamás.
Ven Espiritu Santo, llena los corazones de tus fieles, enciende en ellos el fuego de tu divino amor, envía Señor tu Espiritu y renovarás la faz de la tierra. Oh Dios que haz iluminado los corazones de tus hijos con la luz de tu Santo Espíritu, háznos dociles, para gustar siempre del bien y gozar de tus consuelos, por Jesucristo nuestro Señor, amén.
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