"¡Portones¡, alzad los dinteles que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el Rey de la gloria ¿Quien es ese Rey de la gloria? el Señor, heroe valeroso" (salmo 23). Así reza el salmo de este bonito día. En la aldea Nueva Concepción no podía hacer falta la celebración de estos dos misterios de nuestro Señor y de nuestra Señora. Hemos realizado la procesión prescrita por la liturgia, con la bendición de los cirios, para luego encaminarnos a la Iglesia con las candelas encendidas, como lo muestra la fotografía y luego participar en la celebración Eucarística. ¡que humildad la de Nuestro Señor y de Nuestra Señora! pasar como uno de tantos y tantas. ¡Una lección que ay que aprender!
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